miércoles, 16 de noviembre de 2011
Se acuerdan?
sábado, 5 de junio de 2010
Haciendo memoria....
Estilos de scrap:
- Clásico: también se lo llama limpio. Cuando habamos de este estilo, tenemos que pensar en un estilo minimalista, donde la foto se lleva toda la importancia. Generalmente las fotos mantienen su forma, a lo sumo se recortarán un poco en el tamaño pero no se eliminan las partes que a lo mejor no son importantes como el fondo.En cuanto a los adornos, una simple puntilla, un ganchito en algún borde y nada más.Los fondos son generalmente lisos de colores intensos y se enmarca a las fotos con papeles vistosos, a rayas, a lunares, estampados.
- Ecléctico o ephemera: sería el caso contrario al clásico, se dispone mucho y variado material , generalmente los fondos se hacen utilizando más de un papel y tanto la foto como los adornos tienen la misma importancia. Se arman las páginas como si fuera un collage. Y aparecen las solapas y bolsillos en los proyectos.
- Retro: hace referencia al estilo de los años entre la década del 50 y del 70. Grandes adornos en forma de espiral y flores, todo bien "psicodélico". Se combinan colores como los marrones con el rosa y el azul.
- Vintage o romántico: es como si estuvieramos entrando al arcón de la abuela, puntillas, botones, perlas, plumas y todo aquello que indique femineidad. Se hace incapié en la combinación de estos elementos con telas estampadas, estilo shabby chic, donde los colores son fundamentales, todo en tonos pastel, como el rosa malva, el celestón... Otro elemento que hace aparición, es el rasgado de los bordes en los papeles y el "chalkeado" de los mismos.
Tengo que seguir revisando, porque hay otros estilos. Yo amo el estilo vintage, aunque para los proyectos siempre se utilizan todooosss, sin necesidad de encasillarse en uno. "En la variedad está el encanto"
martes, 23 de marzo de 2010
Y ya se va terminando!!
Comenzamos pasando el betún de judea a las tapas. Retiramos el exceso.

Ahora comenzamos a ubicar el material, con ayuda de una pinza. Como el contac ya tiene pegamento, directamente colocamos las flores y las hojas.
Armamos la composición cuidando que los extremos del material, no lleguen al borde del círculo dibujado.
Cuando finalizamos, solo nos queda hacer la otra tapita del sandwich con el acetato.
Recortamos dejando un sobrante.
Adherimos este círculo por la parte de atrás de la tapa usando cinta doble cara.
Realizamos la cartapesta en la parte posterios de la tapa de tal forma que quede tapada la unión
Ahora, solo nos falta pasarle el betún de judea a la parte interna de la tapa y listo.
Esta es una carpeta alterada que hice hace unos años, cuando trabajaba de docente de escuela primaria. Podemos alterar libretas, agendas, cajas...

lunes, 22 de marzo de 2010
Festejemos el día de la Tierra, cuidandola!!!!
1 año: El “papel”, básicamente es celulosa. Si queda tirado sobre tierra y si le toca un invierno lluvioso, no tarda en degradarse. Lo ideal es reciclarlo para evitar que se sigan talando árboles para su fabricación.
1 a 2 años: Bajo los rayos del sol, una “colilla con filtro” puede demorar hasta dos años en desaparecer. El filtro es de acetato de celulosa y las bacterias del suelo, acostumbradas a combatir materia orgánica, no pueden atacarla de entrada. Si cae en el agua, la desintegración es más rápida, pero más contaminante.
5 años: Un trozo de “chicle” masticado se convierte en ese tiempo, por acción del oxigeno en un material duro que luego empieza a desquebrajarse hasta desaparecer. El chicle es una mezcla de gomas de resinas naturales, sintéticas, azúcar, aromatizantes y colorante artificiales.
10 años: Tiempo que tarda la naturaleza en transformar un “lata de gaseosa o de cerveza” al estado de óxido de hierro. Por lo general las latas tienen 210 micrones de espesor de acero recubierto de barniz y de estaño. A la intemperie hacen falta mucha lluvia y humedad para que el óxido la cubra.
30 años: Tarda un “aerosol” en degradarse, éste es uno de los elementos de los desechos domiciliarios más polémicos. Primero porque al ser un aerosol, salvo especificación contraria, ya es un agente contaminante por sus CFC (clorofluorcarbonados). Por lo demás su estructura metálica lo hace resistente a la degradación natural, el primer paso es la oxidación.
30 años: La aleación metálica que forma las “tapitas de botellas” puede parecer candidata a una degradación rápida porque tiene poco espesor. Pero no es así. Primero se oxidan y poco a poco su parte de acero va perdiendo resistencia hasta dispersarse.
30 años: Los “envases tetra-brik” no son tan tóxicos como uno imagina. En realidad el 75% de su estructura es de cartulina (celulosa), el 20 de polietileno puro de baja densidad y el 5 % de aluminio. Lo que tarda más en degradarse es el aluminio, la celulosa si está al aire libre, desaparece en poco más de un año.
100 años: De acero plástico, los “encendedores descartables” se toman su tiempo para convertirse en otra cosa. El acero, expuesto al aire libre, recién comienza a dañarse y enmohecerse levemente después de 10 años. El plástico en ese tiempo, ni pierde color.
100 años: Junto con el plástico y el vidrio, “el telgopor” no es un material biodegradable. Está presente en gran parte de el envoltorio de artículos electrónicos. Y así como se recibe, en la mayoría de los casos se tira a la basura. Lo máximo que puede hacer la naturaleza con su estructura es dividirla. En moléculas mínimas.
100 años: Los “corchos de plástico” están hechos de polipropileno , el mismo material de las cañitas y envases de yogurt. Se puede reciclar más fácil que las botellas de agua mineral (que son de PCV, cloruro de polivinilo) y las que son de PET (tereftalato de polietileno).
150 años: Las bolsas de plásticos, por causa de su mínimo espesor, pueden transformarse más rápido que una botella de es e material. Las bolsitas en realidad, están hechas de polietileno de baja densidad. La naturaleza suele entablar una batalla dura contra ese elemento. Y por lo general pierde.
100 a 1.000 años: Las “botellas de plástico” son las más rebeldes a la hora de transformarse. Al aire libre pierden su tonicidad, se fragmentan y se dispersan. Enterradas duran más. La mayoría están hechas de PET, un material duro de roer: los microorganismos no tienen mecanismos para atacarlos.
1.000 años: Los “vasos descartables de polipropileno” contaminan menos que los de poliestileno –material de las cajitas de huevos- Pero también tardan en transformarse. El plástico queda reducido a moléculas sintéticas; invisibles pero siempre presentes.
1.000 años: “Pilas” sus componentes son altamente contaminantes y no se degradan. La mayoría tienen mercurio, otras también tienen cinc, cromo, arsénico, plomo o cadmio. Pueden empezar a separarse luego de 50 años al aire libre. Pero se las ingenian para permanecer como agentes nocivos.
4.000 años: La “botella de vidrio” en cualquiera de sus formatos, es un objeto muy resistente. Aunque es frágil porque con una simple caída puede quebrarse, para los componentes naturales del suelo es una tarea titánica transformarla. Formada por arena y carbonatos de sodio y calcio, es reciclable en un 100%.

Tomamos una bolsa, la estiramos bien y recortamos la parte de la manija y la impresa con el nombre del super. También recortamos la parte inferior. Si, ya sé, algo vamos a tirar, pero es menos.


Comenzando el segundo proyecto...

Ahora, vamos a forrar las tapas con una cartapesta de solo una capa, con papel madera o misionero.
Para recordar:
- La cartapesta es una técnica que permite, según la cantidad de capas de papel que coloquemos, endurecer cartón y telgopor hasta la misma consistencia de una madera. En este caso, como no necesitamos que quede muy duro, con una sola capa es suficiente, en realidad para este proyecto, la técnica está más orientada a la decoración de las tapas que a otra cosa.
- Es más sencillo si aligeramos la cola vinílica con un poco de agua.
- El punto fundamental de esta técnica es el cortado del papel. Debe hacerse con las manos, jamás con tijera. Yo usé partes pequeñas de papel, pero pude hacerse del tamaño que les guste y por supuesto todos serán diferentes.
- Al pegarlos, superponer un poco los trozos de papel, para formar una fibra nueva. Ayudarse con el pincel para el pegado y pasarle cola también sobre la parte superios de los papelitos.
Este proyecto lo hice con la ayuda de Tomás, un babero para mi!!!!, que mejor compañía que mi dulce nieto, Te amo Tomy
Pegamos los papelitos en las tapas. En el caso del círculo ciego, en ambas caras y ya casi estaría listo. En el caso de la cara de adelante, la que tiene calado el otro círculo, no es necesario, en este momento, hacerlo de ambas caras, solo en el frente.
Ahora solo hay que dejarlas secar, y colocarlas debajo de un peso para que queden derechitas.
Primera parte lista, mañana, subo la parte de las flores y finalizamos el proyecto.
El primer proyecto de flores.
Después de casi un mes de prensado, obtenemos estas flores y hojas. Tomaron un color ocre aunque guardan algo de su tinte natural.

Ahora solo falta elegir las flores y las hojas para armar "nuestro arreglo floral". Hay que tener en cuenta algunas consideraciones:
- Tomar el material, especialmente aquellos pétalos que quedaron muy finitos, con una pinza que puede ser de depilar o de odontología, que son las largas de punta fina.
- Aligerar la cola vinílica con un poco de agua, para pegar el material.
- Colocar el pegamento con un pincel, teniendo en cuenta que si quedó muy frágil, la cola se coloca en el papel, y si la hoja o la flor no quedó tan transparente, se coloca suavemente sobre ellas.
- Para armar la composición se comienza pegando de atrás hacia adelante. Generalmente primero el follaje más importante, luego las flores y por último las hojitas que sirven para tapar el lugar donde se colocaron los tallitos.
- Seguir el movimiento natural con el que quedó cada elemento, al pegarlo.
Ahora solo falta pasarle, cuando seque, una mano de barniz al agua, preferentemente mate, para proteger el trabajo.
Me encanta como queda para un proyecto vintage. Espero que les sea útil para sus trabajos.
viernes, 8 de enero de 2010
Una técnica compatible con el scrap
ARTE CON FLORES…
Este mes, comenzaremos a preparar el material necesario para la futura utilización en nuestras obras. La técnica que vamos a poner en práctica se llama Collage vegetal.
Éste es el arte de incursionar en la naturaleza y trabajar con las manos, realizando composiciones a partir de materiales como son las flores, hojas y hasta graciosos y sutiles yuyos, secados y prensados sin materiales químicos.
Una vez aprendida la técnica de selección, recolección y prensado del material, cada artista- artesano puede dejar volar su imaginación e incorporar a sus obras distintos elementos como puntillas, corchos, semillas, etc., dando lugar a la técnica mixta.
Para tener en cuenta…
La técnica de prensado consiste en colocar plantas dentro de pliegos de papel a las que se las somete a un peso durante un lapso de tiempo.
Los papeles que pueden utilizarse son de fieltro, tisú, de seda, hasta una guía telefónica vieja. Preferentemente no usaremos papel de diario, ya que la tinta puede manchar las flores. Tampoco papel con textura pues dejará su impronta.
Colocaremos el mayor número posible de flores por capa, pero sin que estén muy juntas, la superficie que ocupa aumenta con el prensado.
Colocamos en una misma capa, flores del mismo color para evitar que se manchen.
También es conveniente que sean del mismo espesor en las distintas capas, para que la prensa pueda ejercer una presión pareja.
Es importante no mezclar las especies, porque pueden tener distinto tiempo de secado.
Importantísimo, revisar que las hojas y las flores estén limpias, sin tierra ni pequeños insectos (cochinillas, pulgones)
Para prensar flores sencillas, como las amapolas, violas, pensamientos, margaritas… aplastarlas primero con las manos. Las Hortensias pueden prensarse separando cada flor o en pequeños ramilletes.
Cuando una flor es gruesa, como en el caso de la rosa o el clavel, es conveniente partirla por la mitad con un cúter bien afilado, observando que el tallo también se divida en dos. Otra forma de usarlas es separando los pétalos para su prensado y luego montar la flor.
Para prensar todo tipo de fruta o verdura, debemos cotar rodajitas. Se pueden prensar manzana, kiwis, champiñones, frutillas.
Si se observa que algunos de los materiales prensados se “abichan”, eliminarlos antes que contagien a toda la colección.
Recordar que a toda parte gruesa, ya sea de flores u hojas debemos quitarle la humedad, aplastándolas con una servilleta.
Comencemos.
Seleccionamos las flores. Si las recogeremos de nuestro jardín…por qué no del de alguna de nuestras vecinas…la hora ideal es al mediodía, ya que están bien abiertas y el rocío bastante evaporado. Las colocamos dentro de una bolsita. Si en cambio utilizaremos flores compradas, cuidar que no estén demasiado deterioradas
Ahora, solo queda esperar alrededor de veinte días, según la especie. Nos damos cuenta que están listas, porque quedan finas como papel, con un ligero color sepia. Hay que tener en cuenta que algunos colores se pierden, como el blanco, que suele quedar un tono sepia claro.
La prensada puede realizarse en cualquier momento en el que encontremos una flor, solo bastará otra capa de papel. Cuando el material está preparado, lo guardaremos en bolsitas, en cajitas o como uso yo, en los álbumes que entregan las fotográficas al revelar las fotos.